Cada vez que entrego un tapiz, no sólo entrego algo material.
Con él va también parte de mi tiempo y el enorme deseo de que quien lo recibe encuentre en él toda la belleza que he intentado plasmar.
Con él va también parte de mi tiempo y el enorme deseo de que quien lo recibe encuentre en él toda la belleza que he intentado plasmar.
Un tapiz requiere tiempo, no sólo para confeccionarlo, sino también para deleitarse mirándolo. Cada pequeño detalle que lo forma, ha salido de las manos de un artista.
Se han buscado los motivos, los materiales y se realizado mediante la técnica más indicada para buscar el mejor resultado.
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